"Como el rock and roll que tanto amó, Janis Joplin era hermosa.
Ella siempre será quien reiterará en mí que una voz poderosa no tiene género.
Su furia y su crudeza sobrepasaron estas clasificaciones.
Los discos de Janis se han convertido en símbolos de la conciencia de los años sesenta.
En ese entonces las compañías disqueras no hacían marketing con la sexualidad femenina como lo hacen ahora.
Las mujeres eran creativamente más libres.
Aún no les ponían la etiqueta de mujeres en el rock".